El sueño de todo desempleado o de cualquier trabajador que quiera hacer una mejora de empleo es sin duda hacer la entrevista de trabajo perfecta.
La pregunta en este caso sería: ¿es posible hacer una entrevista laboral sin cometer ni un solo error?… Pues sinceramente, es bastante improbable y de hecho «ser perfecto» no es precisamente el perfil de empleado que buscan las empresas. En cualquier caso es perfectamente posible hacer una entrevista impecable si sabes cómo afrontarla y prepararla.
En este artículo te voy a hablar primero de mi experiencia personal cuando comencé a trabajar por primera vez, algo que me enseñó a entender qué era lo que realmente buscaba una empresa a la hora de contratar a su personal. He de decir con total honestidad que nunca se me han dado nada mal y pienso que hay algo innato en ello, sin embargo, hay ciertas pautas que, si las sigues correctamente, son realmente infalibles…
En la segunda parte te hablaré de cuestiones más técnicas o prácticas y sobre cómo preparar una entrevista correctamente. Si unes y asimilas toda la información y los conceptos que te doy, tendrás todas las posibilidades de conseguir el puesto de trabajo que quieras.
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MI EXPERIENCIA PERSONAL EN LAS ENTREVISTAS DE TRABAJO
Recuerdo perfectamente mi primera entrevista de trabajo, tenía 16 años y era mi primer trabajo «serio». Hay que pensar que antiguamente podías trabajar desde los 14 años y mientras estudiaba administración hice algún trabajillo que otro. Lo que pasa es que este era diferente puesto que se trataba de un empleo en una importante empresa de Valencia.
Además de ser una gran prueba a nivel personal, también tenía la presión de que en mi casa hacía falta el dinero con urgencia, así que no podía fallar. Cuando llegué a las oficinas, me recibió un señor mayor con gafas de pasta trajeado y muy perfumado, del cual me enteré más tarde que había sido ex-consejero de… ¡¡¡un presidente de España!!!. Prefiero no a dar el nombre de ese presidente, pero como pista te diré que usaba chaquetas de pana… Suena a película policíaca y puedes desconfiar todo lo que quieras de lo que te digo, pero esto es 100% real.
Imaginaos entonces a un «pipiolo» de 16 años delante de un hombre con semejante experiencia y bagaje en la vida, pero claro, tú tampoco sabes nada de su vida y lo único que quieres es que te contrate.
Yo siempre he sido una persona muy espontánea y no suelo preparar las cosas, por lo que únicamente que me presenté allí sin ninguna preparación previa y justo cuando me senté me acordé de un detalle: no me había quitado el pendiente que llevaba…
Quizá ahora no hay tantos prejuicios (o sí), pero hace unos años era casi impensable presentarse a una entrevista de trabajo con un pendiente, era un motivo para ser descartado fulminantemente. Empecé a ponerme nervioso mientras aquel señor ordenaba sus papeles y empecé a rascarme la oreja con la intención de ocultar de alguna forma ese pendiente. Para más «inri» era el típico brillante grande al estilo de Cristiano Ronaldo… ¡vaya cantazo!.
En aquel momento pensé que no tenía nada que hacer y que ese hombre me iba a descartar por ese pequeño detalle, pero empezó a entrevistarme y a hacerme preguntas personales. Seguía creyendo firmemente que era imposible que me contratasen, por lo que pensé: bueno, no tengo nada que perder, así que voy a contestar con total naturalidad y al menos me llevaré cierta experiencia de esta entrevista.
Cuando acabaron las preguntas me dijo que, en caso de ser seleccionado, volverían a ponerse en contacto conmigo. Le di la mano y salí de allí maldiciendo la hora en la que me puse un pendiente…
Habían pasado tres semanas y justo el día antes de entrar a trabajar como camarero en un bar puesto que continué buscando trabajo, sonó el teléfono en mi casa. Yo estaba en mi habitación y oí como mi madre me gritaba: ¡Jose!, ponte al teléfono que te llama un tal «Señor xxxxxx».
Casi se me sale el corazón por la boca, era el hombre que me había hecho la entrevista y lo primero que pensé era que quería darme las gracias por todo y decirme que no me habían seleccionado… Pues no, todo lo contrario, me llamaba para decirme que había sido seleccionado junto a otras 30 personas entre 126 (me acuerdo de las cifras como si fuera ayer) para ocupar el puesto de trabajo.
¿Te imaginas lo feliz que me sentí?, pensar que había pasado esa gran prueba era un motivo como para estar muy orgulloso de mi mismo, pero pronto me dio «el bajón» cuando el Señor xxxxxx» me dijo: pásate el próximo lunes por nuestras oficinas y harás los exámenes psicotécnicos… Pues nada, hasta ahí había llegado, era imposible que superase las pruebas y mucho menos cuando habían 30 personas disputándose el mismo puesto de trabajo.
Una vez más acudí a la cita sin prepararme nada, aunque debo decir que mi madre estudió magisterio y en ocasiones a mis hermanos y a mi nos hacía hacer psicotécnicos para ponernos a prueba. Con el pleno convencimiento de que sería descartado para el puesto de trabajo, me senté tranquilamente en un pupitre y le di la vuelta al folio cuando dieron la orden.
No me costó más de 15 minutos acabar el psicotécnico y nos habían dicho que cuando terminásemos se lo entregáramos al examinador. Lo que me perturbaba es que nadie se había levantado y todos parecían estar muy concentrados en contestar las preguntas, así que (con ese pensamiento derrotista que viene innato en muchos seres humanos) pensé que lo había hecho mal y que quizá debía repasarlo. Pero no, como creía que ese trabajo no era para mi, lo entregué «tal cual» y me fui de allí con la misma sensación que cuando fui entrevistado unas semanas atrás: estaba descartado.
Seguí buscando trabajo con la esperanza de que a las tres semanas me volvieran a llamar, pero no fue así y me olvidé totalmente de ese trabajo.
De nuevo estando en mi habitación estudiando sonó el teléfono y mi madre me volvió a decir lo mismo: ¡Jose!, ponte al teléfono que te llama un tal «Señor xxxxxx»… Esta vez la mirada de mi madre era muy distinta, tenía ese brillo especial en los ojos que tenemos las personas cuando la esperanza se apodera de nosotros, ya que sabía perfectamente quién era ese hombre.
Rápidamente contesté a la llamada y otra vez me dio la enhorabuena, había pasado las pruebas y querían volverme a ver. Recibí otra gran inyección de moral con sus palabras, pero al igual que la anterior vez me dio el bajón cuando me dijo: ven el próximo lunes a nuestras oficinas porque harás la segunda prueba de los psicotécnicos junto a otras 10 personas…
Diossss, ¿pero cuánto iba a durar aquello?, se estaba convirtiendo en una pesadilla y tuve la tentación de no presentarme, pero tampoco tenía nada que perder puesto que seguía sin encontrar trabajo.
Llegó el día y al igual que las veces anteriores fui muy tranquilo, me lo tomaba como una experiencia de aprendizaje y ni por asomo pensaba que conseguiría ese puesto de trabajo. Como en la anterior ocasión me senté en el pupitre junto a los otros candidatos, rellené el psicotécnico rápidamente casi sin pensar y se lo entregué al examinador. Me despedí cordialmente, y si antes no tenía esperanza alguna de acceder al puesto, llegados a ese punto la había perdido toda.
Volvemos al bucle de antes y continué con mi vida normalmente pero… ¿adivina qué?, al cabo de otro mes volvió a sonar el teléfono y mi madre repitió por tercera vez la misma frase: ¡Jose!, ponte al teléfono que te llama un tal «Señor xxxxxx». Podría haber pensado que era para descartarme, pero hubo algo en mi interior que me dijo: Enhorabuena chaval, lo has conseguido…
Efectivamente, el «Señor xxxxxx» me llamaba para felicitarme porque había superado todas las pruebas y que debía incorporarme a la empresa en cinco días. ¿¿¿Pero cómo era posible???. No había preparado nada, tampoco me había quitado el pendiente y había rellenado los psicotécnicos casi «al azar»…
LA CLAVE PARA HACER UN ENTREVISTA DE TRABAJO PERFECTA
Gracias a esta gran primera experiencia laboral entendí que lo que realmente buscan las empresas y los reclutadores son personas únicas, personas que no tengan un guión establecido y que se muestren «tal cual son». Hay tres cosas que SIEMPRE debes tener presentes en una entrevista:
- El señor o señora que te está entrevistando no es Dios, ni tampoco tu padre o tu madre, por lo tanto no pienses que te está juzgando.
- Lo peor que te puede pasar es que seas descartado, así que tranquilo porque no te vas a morir en caso de que no te seleccionen.
- Una entrevista de trabajo siempre es positiva tanto si eres seleccionado como si no, así que debes estar contento porque es una buena forma de ganar experiencia.
LA CLAVE ESTÁ EN SER TÚ MISMO Y OLVIDARTE DEL RESULTADO FINAL: ¡NO TIENES NADA QUE PERDER!…
No voy a negar que el aspecto físico es importante en una primera impresión, pero no es el condicionante para que te rechacen en una entrevista de trabajo. Cuanto más natural seas, más en cuenta te tendrá la persona que quiere contratarte y de nada sirve contarle milongas porque tarde o temprano saldrán a la luz.
Debes pensar en todo momento que ese no es el trabajo de tu vida, que es algo pasajero y por lo tanto no debes ponerte nervioso. El cara a cara o «face to face» es lo más importante para los reclutadores, por lo tanto la sinceridad es el pilar base de tu éxito profesional.
Respecto a los psicotécnicos sí sería conveniente que hicieras unos cuantos, en Internet tienes cientos de páginas que te los proporcionan gratuitamente y por ejemplo puedes empezar a practicar con la web HACER TEST, ahí tienes todo tipo de tests que sin duda te servirán a la hora de afrontar una entrevista de trabajo.
Te lo creas o no, como mínimo he sido contratado en el 90% de empresas a las que he presentado mi candidatura. En las que he sido rechazado ha sido porque sencillamente no cumplía con el perfil que solicitaban, cosa que yo ya sabía de antemano. Aún así, también me han contratado empresas cuyo perfil no se correspondía exactamente con lo que necesitaban…
COSAS QUE NO DEBES HACER CUANDO VAYAS A UNA ENTREVISTA DE TRABAJO
Hay cosas básicas cuando haces una entrevista de trabajo que todos sabemos y sin embargo a veces las pasamos por alto, por eso te voy a hacer una lista a modo de recordatorio de lo que no debes hacer. La higiene y el saber estar es algo que no se puede estudiar, pero siempre debes ir un paso adelante en este sentido.
Dúchate, afeitate, perfúmate (pero no en exceso) y ponte una ropa medianamente «decente» siempre que vayas a hacer una entrevista laboral. Si vas a ser Gogó de discoteca pues quizá si tendrás que llevar una indumentaria que llame la atención, pero creo que no es lo que estás buscando…
Para mi, el secreto para hacer la entrevista de trabajo perfecta (o casi) consiste en tener claro qué cosas no debes hacer o decir. Es difícil predecir qué preguntas te van a hacer y por mucho que te prepares, siempre habrán preguntas que puedan desestabilizarte.
Por el contrario, siempre será mucho más sencillo saber cuáles son aquellas cosas que pueden cargarse tu entrevista de trabajo. A continuación te hago una lista de ellas.
1. LLEGAR TARDE
Algo tan básico como llegar puntual a una entrevista de trabajo hay muchas personas que no son capaces de cumplirlo. Pero por el amor de Dios; ¿crees que es normal llegar tarde a una cita que podría solucionar tu futuro?.. Poco más que añadir.
2. NO VESTIR ACORDE AL PUESTO
No se trata de tener un armario repleto de ropa de marca, se trata de ponerte una ropa que vaya acorde al puesto al que quieres optar. Ir vestido de traje a una entrevista donde solicitan a un vendedor de castañas pues como que no pega. Fácil de entender ¿verdad?.
3. QUE TE SUENE EL TELÉFONO DURANTE LA ENTREVISTA
Quien vaya a una entrevista de trabajo y no ponga su teléfono móvil en silencio es porque no vive en este mundo. Hablando mal, jode mucho que estés hablando con un aspirante y de repente le suene el móvil ya sea por una llamada o por un mensajes. Apaga tu teléfono o ponlo en silencio, es lo mínimo para demostrar respeto hacia la persona que te está entrevistando.
4. NO SABER NADA DE LA EMPRESA
Lo mínimo que hay que hacer cuando crees que te van a contratar en una empresa es informarte sobre ella. Es tan simple como entrar en google y teclear los datos de dicha empresa, rápidamente encontrarás todo aquello que quieras saber sobre ella. Hay infinidad de webs que te proporcionan gratuitamente datos como pueden ser el balance económico de los últimos tres años, la solvencia o el número de empleados que tiene. También puedes entrar en su página web y ver su actividad, ahí tienes una gran fuente de información para conocerla más a fondo.
5. HABLAR DEMASIADO
Todos los excesos son contraproducentes y con el de la palabra pasa exactamente lo mismo. Por mucho que te emociones contando tu vida y tus experiencia personales, tienes que buscar el equilibrio entre lo que quiere escuchar tu entrevistador y lo que tú has vivido. Se trata de que te conozcan, no de que los aburras con tus historias…
5. HABLAR MAL DE TUS EMPLEOS ANTERIORES O TUS EX-JEFES
Pese a que es algo básico, en las entrevistas de trabajo se nos olvida que cuando hablamos mal de nuestros empleos anteriores o de nuestros ex-jefes, nuestro entrevistador se ve plenamente identificado con esas vivencias.
Al fin y al cabo ese hombre o mujer que te está entrevistando es un «jefe», por lo tanto es recomendable que siempre hables bien (dentro de lo que cabe) de tus anteriores empleos y tus antiguos jefes aunque te cueste.
6. DAR PENA
En ciertos momentos es bueno ponerse en el lugar del entrevistador, de esa forma es más fácil dar la contestación adecuada. Imagina que eres tú quien le estás haciendo la entrevista de trabajo a un candidato y cuando le preguntas cómo es su vida en general, te contesta: «lo estoy pasando muy mal, llevo dos años sin trabajar, mi madre murió hace tres meses, el banco me ha embargado el piso y me han detectado una hernia en la espalda…»
Aunque todo eso fuera cierto, sinceramente, ¿tú crees que eso le puede beneficiar a alguien en una entrevista de trabajo?. Quizá haya algún alma caritativa que se apiade de ti, pero lo normal es que te descarten porque las personas y empresas huyen de los problemas. Tan sencillo como eso.
Tienes que resaltar en todo momento tus virtudes pero sin que suene pedante. Hay muchas formas de ensalzar tus logros personales desde la humildad. En este sentido sí sería conveniente que hicieras una lista de ellos y los interiorizases, ya que nuestra tendencia es la de acordarnos siempre de las cosas negativas.
7. SER INSEGURO
La seguridad es algo que también suele ser innato y por lo tanto va con la persona. Esto no quiere decir que una persona insegura lo sea de por vida o que no pueda mostrar seguridad en ciertos momentos relevantes de su vida.
En situaciones de presión muchas personas inseguras transforman esa inseguridad en seguridad, pero si no es tu caso, te recomiendo de nuevo las tres claves que te he dado más arriba. Cien por cien seguro te servirán para tranquilizarte:
- El entrevistador no es Dios, por lo tanto no pienses que es el juicio final…
- A malas, simplemente no te contratarán, así que tampoco es una tragedia.
- Piensa en todo momento que pase lo que pase, siempre ganarás una gran experiencia personal. Utiliza esa experiencia para crecer, de esta forma afrontarás la siguiente entrevista con mayor seguridad.
¿QUIERES PREPARAR TU ENTREVISTA? TE ENSEÑO CÓMO
Ya sabes cual debe ser tu filosofía o mentalidad a la hora de afrontar correctamente una entrevista de trabajo, pero no voy a negar que a veces y dependiendo del puesto al que aspires, sí será necesario que te la prepares.
A continuación, te hago una lista de otras cosas importantes que deberías hacer para preparar tu entrevista de trabajo «en condiciones». En cualquier caso estos consejos se sumarían a las anteriores pautas que te he dado, ya que son complementarias.
1. INVESTIGA AL ENTREVISTADOR Y A LA EMPRESA
Rara es la empresa que no tiene página web y redes sociales. Esto te va a facilitar mucho la tarea a la hora de conocerla y para mi éste punto sí es importante. Realiza un trabajo de investigación conociendo sus productos, su sistema de trabajo y las personas que la componen.
No te resultará difícil llegar hasta el perfil del gerente, el jefe o de algún trabajador en Facebook, Twitter o cualquier otra red social. Seguro que sacarás muchas cosas en claro que luego podrás utilizar a tu favor…
2. ANTICIPA LAS PREGUNTAS
Pese a que cada empresa tiene un sistema y una filosofía de trabajo, hay preguntas que suelen ser habituales cuando te hacen una entrevista de trabajo y son estas:
- ¿Conoces nuestra empresa?
- ¿Cómo te describirías?
- ¿Por qué te interesa este trabajo?
- ¿Cuáles son tus virtudes y tus debilidades?
- ¿Cómo es tu sistema de trabajo?
- ¿Cómo me venderías este producto ahora mismo?
- ¿Cuál es tu rango salarial?
- ¿Qué preguntas quieres hacernos?
Te aseguro que si preparas bien las respuestas a estas preguntas, tendrás muchas posibilidades a la hora de acceder al puesto de trabajo. Para mi el problema de preparar en exceso una entrevista es que se nota enseguida cuando alguien «ha hecho los deberes». En teoría esto debería ser bueno, sin embargo, será complicado que el entrevistador descubra tu espontaneidad o naturalidad y tus respuestas serán sencillamente las que quiere oír la empresa. Decide tú mismo si esto es positivo o negativo…
3. SIMULA UNA ENTREVISTA
También es una buena opción simular una entrevista de trabajo. En este aspecto puede ayudarte algún amigo o algún miembro de tu familia. Piensa que a base de práctica ganarás más confianza y tu entrevista ser hará más amena, así como más natural.
Pídele a tu entrevistador simulado que te haga preguntas fuera de lo común que te puedan poner en un aprieto. Después de la entrevista, deberá decirte en qué aspectos te ha visto bien y en cuales puedes mejorar.
4. ESTUDIA LOS PRODUCTOS DE LA EMPRESA
Si tienes la posibilidad de probar los productos de la empresa que te hará la entrevista, es una buena forma de conocer de primera mano qué venden y si sería posible mejorar en algún aspecto.
A las empresas les gustan los empleados con iniciativa y por supuesto que aporten ideas productivas que les hagan crecer. En este sentido sé comedido y no des ideas «por dar», piensa muy bien lo que vas a sugerir para no hacerles perder el tiempo…
5. LLEVA DOCUMENTOS
En mi caso lo único que he llevado siempre a una entrevista de trabajo es un currículum, pero es recomendable llevar más documentación… Te hago una lista de los documentos que deberías llevar «por si acaso».
- Una copia de tu currículum
- Cartas con buenas referencias (si las tienes) de otras empresas para las que has trabajado, así como el contacto de las mismas.
- Algunas muestras de los trabajos que has realizado, ya sean diseños, páginas web o cualquier otro tipo trabajo. Por supuesto elige los mejores.
- Una lista de preguntas para el entrevistador.
No te olvides de llevar un bolígrafo y además comprueba que funcione… Ese detalle tan insignificante puede marcar la diferencia, ya que demuestra que vas preparado para todo.
CONCLUSIÓN FINAL
Teniendo claros los conceptos básicos, técnicos y las experiencias personales que te he contado a la hora de hacer una buena entrevista de trabajo, creo que estás totalmente preparado o preparada para afrontar tu siguiente entrevista laboral. Te recuerdo rápidamente los puntos fundamentales para que sea un éxito…
- Sé tú mismo/a: Tener un guión está muy bien siempre y cuando quieras ser actor, pero te enfrentas a la «vida laboral real», así que no sirve de nada vender humo porque al final se descubrirá el pastel…
- Aspecto físico: Intenta ser lo más natural posible, si te disfrazas para una entrevista de trabajo tu entrevistador lo notará enseguida. Por ello debes escoger una indumentaria discreta y acorde al lugar donde quieres trabajar.
- Guarda las formas: En un futuro ya tendrás tiempo de mostrarte exactamente «tal cual eres», pero al principio deberías amoldarte en la medida de lo posible a la persona que tienes enfrente. Tampoco se trata de ser otra persona o de darle constantemente la razón, sencillamente tienes que omitir ciertas cosas que podrían perjudicarte e intentar ponerte en su lugar.
- Filosofía de empresa: Preocúpate por entender la filosofía de la empresa que te ha contratado o te quiere contratar, además de hacer una investigación sobre ella. No hay nada mejor que empatizar con las personas que te van a dar de comer y por supuesto informarte de cuál es su actividad o su sistema de trabajo. Quizá te des cuenta de que tienes muchas cosas en común con ella y eso implicará que trabajes más a gusto…
- Ve preparado: Vuelvo a recalcar que en la naturalidad reside el mayor secreto para hacer una buena entrevista de trabajo, pero esto o quiere decir que dejes todo «al azar». Prepara aquellos aspectos en los que crees que puedes mejorar, eso te dará más seguridad y el entrevistador será consciente de ello…